viernes, 17 de diciembre de 2010

Una pequeña luz argentina iluminará el cielo de la "ciudad luz"



Festejando sus 31 años, la cita anual del mundo de la edición y de la librería francesa tiene lugar en marzo próximo. Buenos Aires será la invitada de honor, pero el homenaje será para las letras nórdicas.


Creado en 1981, desde 1992 el evento se lleva a cabo en el Parque de Exposiciones de la Puerta de Versailles, en un espacio de alrededor 50.000 m2. Cada edición del Salón del Libro de Paris está consagrada a una lengua o un país invitado: Portugal en 2000, Alemania en 2001, Italia en 2002, Los Países Bajos en 2003, China en 2004, Rusia en 2005, La Francofonía en 2006, India en 2007, Israel en 2008, México en 2009. Excepcionalmente, en 2010 en su 30 aniversario el salón rindió homenaje a autores franceses y de muchos países.

El Salón del libro recibe entre 1.000 y 1.200 stands de casas de edición, en su mayoría francesas, aunque también hay alrededor de 25 países extranjeros representados a través de stands colectivos dado el costo elevado del alquiler de los stands ( alrededor de 5.000 euros el m2).
Entre 1.500 y 2.000 autores se presentan para autografiar sus obras a un público que varía según los años entre 150.000 y 250.000 visitantes, entre los cuales hay gran cantidad profesionales de oficios relacionados con el libro.

En 2008,  pesar de una intensa campaña publicitaria y de la entrega de entradas gratuitas, la edición  consagrada a Israel sufrió una caída de un 20% de visitantes en relación a los años anteriores. Esta edición debió pagar indudablemente la politización del encuentro ya que los organizadores y autoridades francesas decidieron celebrar a través de un encuentro literario el 60 aniversario de la creación de Estado hebreo. Por otra parte, muchos intelectuales y la mayoría de las organizaciones de escritores y editores de países árabes boicotearon evento brindando así su apoyo al pueblo palestino. 







1 comentario:

Licenciatura. dijo...

París, lugar predilecto de los exiliados argentinos... aromas de Bs Aires, nostálgicos corazones plasmando historias personales . . .